La chica encargada de nuestro vagon era una chica jovencita muy simpatica que pasa uma especie de fregona cada dos por tres.
En nuestro vagon no habia casi extrangeros,mucho ruso. Y todo el mundo muy tranquilo,sin jaleos nocturnos.
Lo del paso de husos horarios es un jaleo. nosotros mantuvimos la hora de Moscu ya que todo el sistema ferroviario en Rusia sigue ese criterio , pero llego un momento que nos levantabamos cuando la gente comia y al cenar nosotros ellos ya dormian... asique decidimos ir ajustandonos a la hora local.
El tiempo muerto, entre mirar por la ventana, charlar, hacer sudokus killer y leer. Y cuando menos te lo esperas ya estas en tu destino.
En las paradas hemos comprado bastante comida local. Por la limitada experiencia gastronomica en Rusia... no me gusta esta cocina. Mucha carne, que no dice ni fu ni fa, y mucho frito aceitoso.
Estas 80 horas de tren han estado climatizadas, lo cual se agradece bastante, porque si no el calor es imsoportable.
En este trayecto hemos visto muchos pueblecitos, bosques infinitos y lagos enormes. Una pasada la verdad.
Disculpad las faltas y la pobre narracion, pero de nuevo estoy en el ebook.
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